¿Pollera o pantalón? - Cuento

     «Esta mañana va a ser igual que las anteriores», pensaba Lucía mientras veía la aguja del reloj moverse. Unos segundos después, sonó la alarma como todas las mañanas. Se levantó, con el poco ánimo que le quedaba, para enfrentar la misma situación a la que se enfrentaba desde hace semanas: abrir el ropero y elegir qué ponerse. «¡Dale Lucía! ¡No es tan difícil! A nadie que conoces le cuesta tanto este momento» reflexionaba Lucía, como todas las mañanas. La pollera la esperaba planchada y lista. El pantalón, su favorito, estaba un poco arrugado. «¿Otra vez la pollera? No quiero. No me gusta. No puedo jugar, no puedo saltar, ¿y si uso el pantalón?» pensaba. El pantalón sólo podía utilizarlo los días que tenía gimnasia, ya le habían enviado una nota por eso. Con total resignación, agarró la pollera y cuando estaba por ponérsela, escucha que su mamá estaba acercándose a la habitación. —Ya voy má, ya sé que es tarde— exclamó Lucía. —Mirá lo que te hice— le dijo la madre que traía entre sus manos una pollera. «¿Otra pollera? ¿No puedo con una y ahora tengo dos?» pensaba Lucía hasta que su mamá le mostró el interior de la prenda: tenía un pantalón. —¡Es una pollera-pantalón!— exclamó su mamá. Lucía sonrío. Esta mañana no va a ser igual que las anteriores.




Comentarios

Publicar un comentario